A un año del atentado contra Cristina Kirchner, su abogado José Manuel Ubeira sostuvo que existió «una negativa absoluta a investigar nada en profundidad» con respecto al intento de magnicidio, del cual se cumple el primer aniversario este 1° de septiembre. «La investigación es un desastre», resumió.
«Después de un año de trámite, muchos de los postulados que nosotros introdujimos en el primer momento, y que fueron desechados literalmente por la jueza federal, ahora resulta que hay que llevarlos a la práctica», expresó a C5N en referencia a la magistrada María Eugenia Capuchetti.
Como ejemplo, señaló la negativa inicial de la jueza a secuestrar los teléfonos de las dos excolaboradoras del diputado del PRO, Gerardo Milman, y el proceso por falso testimonio que se inició contra la persona que lo escuchó decir: «Cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa».
Ubeira añadió que «tuvo que pasar un año para que ahora la jueza se decida a hacer la pericia caligráfica sobre ese papelito que encontraron en la casa de Brenda Uliarte que dice ‘regla Tueller'», un mecanismo policial para reprimir agresiones que, según Ubeira, «trajo Patricia Bullrich a la República Argentina».
«Le encontraron ese papelito y para la jueza no tuvo ninguna relevancia que estuviera en la casa de una chica de 20 y pico de años que no tenía ningún tipo de relación con organismos de seguridad», remarcó el letrado.
«Más allá de utilizar la palabra ‘encubrimiento’, lo que hubo fue una negativa absoluta a investigar nada en profundidad con respecto a este atentado. Si a eso le sumamos la pérdida de información del teléfono de (Fernando) Sabag Montiel y que Brenda Uliarte se escapa delante de la Policía Federal, uno tiene que decir que la investigación es un desastre», sentenció.

Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.
Télam
También consideró que «la división de la causa entre Revolución Federal y el atentado es totalmente artificial» y que «todo es parte de lo mismo». En este sentido, destacó que están probadas «las comunicaciones y textos» entre Nicolás Carrizo, el líder de «la banda de los copitos», y Brenda Uliarte.
«Ahora se anticipa que Brenda Uliarte puede llegar a decir que Milman le ponía una plata determinada para hacer quilombo, por decirlo como lo dicen ellos. Si esto pasa, tarde o temprano vamos a poder ligar que el atentado tuvo una decisión política tomada en otros lugares», adelantó Ubeira.
«Estamos bien orientados, lo único que nos hace falta es un juez que investigue. Se le ha dado un año de ventaja a los eventuales participantes en el atentado para que destruyan las pruebas, pero nosotros vamos a persistir y tarde o temprano la verdad se va a conocer», destacó.
Ubeira: «Detrás del atentado hay una mano política»
El jueves 1° de septiembre de 2022, a las 20.52 de la noche, Fernando André Sabag Montiel apuntó a Cristina Kirchner con una pistola Bersa. Gatilló dos veces, pero no salió ninguna bala. El atentado se produjo en la puerta de la casa de la vicepresidenta, donde decenas de militantes se habían concentrado para apoyarla tras su condena en la llamada Causa Vialidad.
«Cuando se iniciaron las manifestaciones de solidaridad y la gente se empezó a agrupar en la calle, aparecieron una serie de acciones que a mí me parecía que eran excesivas, y otras que me parecía que tenían que ver con lo que nosotros llamamos una zona liberada», señaló Ubeira.
En ese sentido, recordó la aparición de un «camión de cascotes» cerca de la casa de Cristina en Recoleta, los insultos de un policía contra Máximo Kirchner y la manifestación frente al Instituto Patria donde «un fulano con un megáfono» dijo «cualquier tipo de barbaridad».
«Se fue generando un clima que, más que con la protección, tenía que ver con asegurar una zona. Yo siempre tuve esa visión y señalé concretamente que, como las cosas siguieran así, la iban a matar. Y efectivamente a los pocos días ocurrió el atentado», remarcó el abogado.

También aseguró que «detrás de un atentado político de semejante calibre hay una mano política. Cuando uno ve que Patricia Bullrich hasta el día de hoy no lo repudió, y ve grupos que en estos días han vuelto a poner sobre el tapete más esquemas de violencia, está claro que el formato de este atentado tiene que ver con algo que está muy mal en la base de la sociedad argentina», afirmó.
Ubeira señaló que «ha habido una deriva que no se inició con el atentado» y que se reflejó en episodios anteriores como el apedreo al despacho de Cristina Fernández y al auto de Sergio Massa, las marchas con antorchas y bolsas mortuorias y otras actividades relacionadas «con el apropiamiento de la calle como una forma de instalar una estructura de violencia».
«No se puede entender el atentado si uno no va viendo el in crescendo y sobre todo la violencia en las redes. Le puedo decir a los jóvenes que yo sé, porque tenía 22 años cuando ocurrió, qué pasa en Argentina cuando perdemos la línea. Cuando se desata la violencia, después volver a colocar el monstruo dentro de la botella es muy complicado», advirtió.