El papa Francisco arribó a Mongolia para poder hacer una visita de cuatro días en la ciudad católica que tiene en su mayoría budistas. Le hablará al mundo con el fin de llevar la paz y tocará temas de medioambiente desde lo que llama el “corazón de Asia”.

El papa sobrevoló el aéreo chino y le envió un telegrama de saludo al presidente Xi Jinping. En este viaje en puntual, que es el número 43 desde su inicio en 2013, el Papa le dedicará el primer día para poder descansar y será en la Nunciatura Apostólica.

En su llegada que será el viernes a las 10 se tomará el día para descansar en la Nunciatura Apostólica, según el programa de la visita. Se espera que el Papa incluya mensajes hacia la sociedad, así como temas universales, entre ellos el medioambiente.

La visita terminará el lunes 4 con un encuentro con misioneros durante el que inaugurará una casa dedicada a víctimas de violencia y personas sin hogar, antes de regresar a Roma desde Ulán Bator, mediodía local y aterrizar en la capital italiana 11 horas más tarde.