Un testigo contó que la víctima entró al comercio «consciente» y avisó que le habían robado. Mariano Barbieri tenía 42 años, era ingeniero civil y tenía un hijo

Mariano Barbieri ingresó a una heladería a pedir ayuda y se desplomó sobre el suelo. «Me robaron, no me quiero morir», llegó a decir. Segundos antes, había sufrido un violento robo en Avenida del Libertador y Lafinur, en el barrio porteño de Palermo. Lo apuñalaron en el pecho y le provocaron la muerte.

«Vi que uno chico gritaba y pedía ayuda. No lo relacioné con un asalto, pero cuando lo vi entrar a la heladería, cayó arrodillado», relató Marcelo, quien estaba por entrar a trabajar en un hotel de la zona y se acercó para asistir a la víctima.

«Evidentemente era un pibe al que le habían robado y apuñalado. Enseguida el encargado de la heladería llamó al 911. Vino rápido el patrullero», detalló en radio Mitre sobre esos instantes de incertidumbre.

Dijo que Mariano cruzó desde el parque Tres de Febrero hasta el comercio, donde llegó «consciente». También contó que logró pasar el contacto de redes sociales de sus familiares para que puedan alertar lo que le pasó. «Decía ‘no me quiero morir’ y que le habían robado», expresó.

El asesinato ocurrió en la noche del miércoles, cerca de las 22:30, cuando Mariano fue atacado en medio del robo de su celular. En ese marco, recibió «un sólo puntazo» que se transformó «en una herida mortal», explicó Alberto Crescenti, titular del SAME.

El médico dijo que recibieron el llamado de alerta alrededor de las 22:55 y una unidad se acercó a la heladería, donde se encontraron con «un hombre con una herida a nivel de la región anterior de tórax con sangre».

«Cuando empezaron a compensarlo entró en paro. Lo emprzaron a masajear, lo subieron a una ambulancia y alertaron al shock room del Hospital Fernández. En medio del viaje se le hizo una incisión en el tórax para drenar», especificó en diálogo con TN.

Crescenti precisó que los médicos del centro médico le dijeron que «el puntazo entró en la aurícula», lo que provocó «una hemorragia en dos tiempos porque el hombre entró en la heladería y luego cayó ahí».

«Eso es el delay de minutos porque la parte cardíaca deja de contraerse cuando el pericardio se llena de sangre que es lo que pasó. Por eso, el hombre entra, da alguna información y después entra en paro», explicó el médico.

A Mariano trataron de reanimarlo «casi un ahora», pero era «una herida muy difícil de reparar pese a la rápidez del equipo médico», cerró Crescenti.

Fuente: Clarin