Un ataque con misiles contra una caravana de autos dejó al menos 23 muertos. Kiev tildó de «escoria sanguinaria» a Moscú, que negó la agresión.

Ucrania y Rusia se acusaron este viernes de haber bombardeado una caravana de autos de civiles en el límite entre la zona ucraniana y la región ocupada de Zaporiyia, en el sur, que causó al menos 23 muertos. Los dos bandos difundieron imágenes de autos con cristales rotos y cuerpos sin vida.

De inmediato, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, calificó a Rusia de «Estado terrorista» y «escoria sanguinaria». «Solo los terroristas completos pueden hacer eso y no deberían tener lugar en el mundo civilizado», dijo en Telegram.

«Responderán por cada vida ucraniana perdida», disparó el líder ucraniano, mientras las fuerzas de ocupación rusas informaron también que en la región vecina de Jerson un alto responsable del poder regional, afín a Moscú, murió en un bombardeo ucraniano.

Parcialmente bajo control ruso, Jerson y Zaporiyia, en el sur de Ucrania, son dos de las cuatro regiones que Rusia va a anexar este viernes, junto con Lugansk y Donetsk, en el este ucraniano. Las anexiones, que el gobierno de Vladímir Putin justifica en los resultados de referendos celebrados la semana pasada, fueron rechazadas de plano por Kiev y las potencias occidentales.