La principal ciudad rionegrina es la que más casos activos tiene en la provincia. La ocupación de camas críticas llegó al 80% y hay alarma también en la situación económica por demoras en reactivación del turismo.

La propagación del Covid-19 en las provincias tiene a Río Negro en una situación complicada. A la zona del Alto Valle, que tiene colapsado su sistema sanitario, se suman luces de alerta en la principal ciudad del distrito, San Carlos de Bariloche, que llegó ya al 80% de ocupación de las camas de terapia intensiva.

La localidad se acercaba ayer a los 400 casos activos y es así el municipio con más contagios de Río Negro. Le sigue General Roca, unos 270 casos activos, aunque en esta última ciudad el estrés sobre la ocupación de camas obligó a la gobernadora Arabela Carreras a un retorno a la Fase 1. En principio, las restricciones pensaban ser totales, pero las protestas de los vecinos de esa localidad llevaron a una tenue marcha atrás, con algunas actividades habilitadas para no afectar más economía.

Bariloche, hasta el momento, parecía controlar mejor la demanda de sus centros de salud, pero ahora también hay alarmas, por la ocupación de camas de terapia intensiva, entre pacientes con coronavirus y aquellos que sufren otras patologías, tanto locales como de distritos vecinos.

Inclusive, ya hay hospitales de la ciudad que llegaron a la ocupación total de camas, aunque, para aliviar la situación, otros centros pueden acondiciar otras para albergar pacientes que necesiten asistencia respiratoria mecánica, como el caso del hospital Ramón Carrillo, que podría incrementar la capacidad en unas 25 plazas adicionales.

El caso de Bariloche tiene, además, una connotación extra a raíz de las expectativas puestas en la reactivación del turismo. El cuadro epidemiológico de todo el país hace que las ilusiones iniciales de habilitar el turismo nacional en el último tramo de la temporada invernal el próximo mes queden prácticamente sepultadas. También pone en discusión el retorno del turismo estudiantil.

La problemática económica se agrava en la ciudad, ya que el 60% de la actividad de Bariloche está relacionada con el turismo, que recibe unos 900 mil visitantes cada año.